En esta actividad el objetivo es que conozcamos y comprendamos las distintas pruebas por las cuales se sostiene la teoría de la evolución.
La prueba constó de dos fases, en la primera se nos dio un sobre que contenía 15 imágenes que correspondían a 3 fases embriológicas de 5 especies distintas: cerdo, pez, salamandra, pollo y humano. Nuestra tarea era clasificar las imágenes atendiendo a la fase embriológica y a la especie a la que cada imagen pertenecía. Ya en la segunda fase encontrábamos dificultades, pero el mayor dilema surgió en la última fase, pues todos los embriones eran muy similares. Esto es una evidencia de que probablemente estos seres vivos tuvieran un antepasado en común, que fue evolucionando y desarrollando las características propias de cada una de las 5 especies.
La segunda fase de la prueba consistía en otro sobre distinto, que contenía 4 imágenes de las extremidades de 4 mamíferos distintos: ballena, murciélago, topo y humano, y en ellas observamos varias similitudes en la disposición de huesos como las falanges y el húmero. Esto no es más que otra prueba de la existencia de un antepasado que estos mamíferos tuvieron en común , que se fue adaptando a las condiciones de cada especie, por ejemplo las extremidades de la ballena están adaptadas para nadar mientras que las del murciélago para volar.
Otras pruebas por las que podemos demostrar la evolución son:
-Biogeográficas (basadas en la existencia de especies similares en lugares alejados)
-Paleontológicas (basadas en el hallazgo de fósiles)
Álvaro Ros Candel, Nerea Górriz Carayol, Lorena García Fernández, Imane
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